martes, 27 de agosto de 2013

Recuerdos de mi infancia en el pueblo

 Hoy he vuelto. Allí. Al pozo de mis mejores recuerdos. Me refiero al "Pueblo". Allí, a aquel pueblecito de la sierra onubense, cerca de Badajoz, solíamos ir mi familia y yo cada mes de agosto para pasar 15 o 30 días rodeados de mis tíos, primos y otros parientes. En el "Pueblo" fui pasando por las etapas más importantes de mi vida, desde mi más tierna infancia hasta mi curiosa e intensa adolescencia. En aquel entonces no necesitaba nada más que unas calzonas y unas chanclas (allí está o al menos estaba totalmente aceptado que los niños y los jóvenes vayan sin camiseta por la calle) para patearme todas aquellas callejuelas, cuesta arriba, cuesta abajo, con un entusiasmo tal que nada ni nadie hubiera podido quitarme. Al principio recuerdo que nosotros empezamos a ir cada verano y yo no conocía a nadie. Mis aventuras se limitaban a curiosear la vieja casa de mi abuela con su corral lleno de gallinas.

Con el tiempo fui haciendo amigos. "J" (así lo llamaré) fue el primero. De él no recuerdo mucho, tan solo que era un chico unos pocos años mayor que yo y muy alto que vivía con su madre en una casita a la que, por atrás, se podía acceder escalando con cuidado hasta justo donde comenzaba el campo por esa zona. Era un aficionado de los muñecos en miniatura, que recuerdo que guardaba en una cajita.

"Js" fue mi segundo amigo y el que más me marcó. A él lo conocí durante la feria de algún año, que en el "Pueblo" se celebra en la última semana de agosto. Resulta curioso el hecho de que fuera yo el que se acercara a él y le hablara primero. Y desde el primer momento hubo una conexión tan especial que para mí se convirtió en algo similar a un hermano. Compartíamos nuestro fanatismo por Harry Potter, por ejemplo. Y recuerdo que los días posteriores a nuestro primer encuentro el empezó a venir a buscarme todos los días para que saliera a jugar con él y, de vez en cuando, otros amigos suyos. Por desgracia, las circunstancias en mi vida cambiaron. Dejó de interesarme ir al "Pueblo" por diversos motivos. Hubo uno o dos años que no tuve ganas de ir y dejamos de vernos. Ese fue el comienzo del fin de una relación de amistad envidiable que no he conseguido dejar del todo atrás. Me he reprochado muchas veces haber permitido que esto pasara. La última vez que lo vi creo que fue hace tres años, de nuevo en la feria. Estuve con él y con un amigo suyo subiéndome a las atracciones, y ese fue el día en que me di cuenta que nada volvería a ser igual. Yo no era el mismo. Él tampoco. Nuestra relación era más distante. Aquel año volví muy triste a casa y por eso decidí que el siguiente no iría. Era una forma de tratar de olvidar mi pasado. He estado intentando hacer eso todo este tiempo y no lo he conseguido. Siento que debemos volver a vernos y hablar, pero ¿de qué? ¿Y de verdad tendrá él todavía algún interés en verme o él si habrá conseguido dejar su pasado atrás y rehacer su presente? Hoy conseguí su número de móvil gracias a mi prima y a su hermana de él, aunque parece ser que no tiene WhatsApp, y yo no me siento preparado para llamarlo.

Sea como sea, "Js", ¡no te he olvidado y nunca lo haré! Espero poder hablar pronto contigo, amigo.

Y a todos, tíos, primos, abuelos, etc., gracias por aquellos años tan felices.

Se me quedan algunas cosas en el tintero, pero es que se me están cerrando ya los ojos de sueño. Hasta pronto.